Curaciones mágicas (1 de 3): medicina convencional
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La
salud es un tema muy delicado, todos los días millones de personas enferman o
padecen algún malestar cuyas causas desconocen; padres preocupados por no saber
lo que padecen sus hijos e hijos preocupados por enfermedades que achacan a sus
padres, sin duda es un gasto en el que la mayoría de la gente no escatima.
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Fácilmente
podemos volvernos irracionales cuando se trata de cuidar la vida propia o de un
ser querido, y siempre habrá personas que sepan convertir esa irracionalidad en
un mercado; muchas de las personas que explotan este mercado son gente con
buenas intenciones que simplemente está engañada y no se da cuenta que está
colaborando en un timo; Así que me puse la tarea de estudiar las distintas
ofertas que hay en el mercado de la salud para poder desechar con argumentos
aquellos tratamientos que solo toman tu dinero sin devolverte ni un beneficio a
cambio.
Hablaré
de la medicina convencional (alópata), la medicina tradicional, la medicina
complementaria y la medicina alternativa o paralela; cada una de estas
categorías tiene a timadores que venden ilusiones y tienen personas que venden
tratamientos con verdaderos beneficios en la salud; trataré de proporcionar una
forma práctica de distinguirlos.
La
salud o “la buena salud” es en realidad un concepto bastante ambiguo, es
difícil distinguir entre dos personas saludables cuál es la que tiene un mejor
estado de salud, y es difícil también encontrar las causas del bienestar, ya
que hay múltiples factores involucrados; en cambio cuando una persona vomita
constantemente, siente fatiga o le duele algo podemos indicar fácilmente que
esa persona no tiene un “buen estado de salud”. De la misma forma puede haber
distintos factores involucrados en el malestar y es importante reconocer estos factores
para escoger de quién tomar consejos cuando se trata de nuestra salud y nuestro
dinero.
Empezaré
hablando de la medicina convencional (medicina)
Esta
es la medicina que estudian los médicos en las facultades, son aquellos
tratamientos que tiene un respaldo de experimentos avalados por la comunidad
médica-científica; sin embargo hay algunas objeciones que se levantan ante esta
comunidad con frecuencia, se le tacha de ser muy cerrada y muchos tratamientos
tardan varios años en poder salir al mercado por las normativas y regulaciones
que imponen para avalar los tratamientos.
Hay
que entender que cuando se trata de salud pública conviene esperar por la
información que asumir riesgos con una nueva droga, como dice un amigo, “los
farmaceutas se han vuelto expertos en curar el cáncer en ratones”, el proceso
que conlleva demostrar la efectividad de un tratamiento es lento y metódico,
aunque un laboratorio tenga muchos ratones recuperados no tiene la garantía de
que se le permita hacer pruebas en seres humanos inmediatamente; en lo personal
prefiero que se hagan todas las pruebas posibles antes de que yo este forzado a
tomar un tratamiento, la pautas éticas*1 que tiene la Organización Mundial de
la Salud (OMS) me dan confianza, se toman su tiempo para estudiar los efectos a
largo plazo de los tratamientos y se mide con cautela los factores que
involucrados en el origen de las enfermedades.
Se
puede confiar en el protocolo de investigación de la OMS, la mayoría de países
se basan en estas pautas para establecer sus medidas de aprobación para nuevos
tratamientos; aunque la aplicación en cada institución puede variar según el
grado de profesionalidad de sus trabajadores, por lo que es importante conocer
las instituciones que controlan el sistema de salud en tú país.
Ahora,
es distinto el proceso que toma la OMS para estudiar la efectividad de nuevos
tratamientos con el organismo que regula las normas técnicas de la aplicación
de tratamientos y el comercio de drogas farmacéuticas, en México es la
Secretaría de Salud, en Estados unidos es la FDA (agencia federal de alimentos
y medicamentos); estas instituciones se encargan de regular las distintas
marcas de medicamentos que salen al mercado, esto es más bien una gestión de
procesos, no una investigación de nuevos tratamientos, y en estas
organizaciones puede existir una falta de claridad en el tratamiento que se
recomienda tomar.
Por
fortuna existen nuevas leyes*2 que obligan a los médicos a colocar las
denominaciones genéricas del medicamento que receta para que el consumidor
puede elegir la marca que le dé más confianza o la que le ayude más a su
economía; la diferencia entre los medicamentos recetados y los medicamentos
similares o genéricos no es muy importante, el principio activo es el mismo y
su efecto es igual, sin embargo dependiendo de las normas del país la limpieza
de los laboratorios puede variar, en México las normas de exigencia para los
laboratorios genéricos es tan alta como en los laboratorios de las marcas
principales y la calidad del medicamento es la misma, por lo que no titubeo en
recomendar que cuando exista una alternativa al medicamento más barata la
compre; hay que ser inteligentes consumiendo.
¿Entonces
dónde están los timadores? En los comerciales, la competencia entre marcas
farmacéuticas ha hecho surgir toda clase de aseveraciones exageradas con
respecto a la eficacia de los medicamentos; quiero ser claro, los medicamentos
sirven para lo que lo venden, pero muchas veces por un medicamento que es
ligeramente distinto a la competencia sin que esa diferencia represente una
mejora significativa en el medicamento. Basta con mirar el reverso de las cajas
y comparar la concentración del principio activo que tienen los medicamentos
para darse una idea de cuanto más es efectivo una marca en comparación a otra,
en cualquier caso es mejor consultar con un médico certificado si se va a tomar
cualquier tratamiento.
Esto no quiere decir que no exista ningún riesgo en consumir medicamentos alópatas, recordemos que nuestro cuerpo puede asimilar muchos químicos y generar una dependencia innecesaria a un fármaco determinado, el distinto metabolismo de cada persona puede hacer que un mismo medicamento tenga distintos efectos en personas distintas, el estilo de vida también afecta la efectividad, y hasta la fecha los medicamentos se fabrican para ser efectivos en "mayorías" de la población, por lo que no todos los efectos secundarios están contemplados, es importante ser cuidadoso en lo que se ingiere y recordar aquellos medicamentos que te provocan efectos secundarios, siempre hay que reportar a tu médico si eres sobre reactivo a un químico en particular. En el futuro la investigación sobre el genoma humano y el estilo de vida podrá ayudar a los médicos a escoger medicamentos diseñados para la química de cada persona, reduciendo los efectos no deseados, pero eso es todavía ciencia ficción.
Esto no quiere decir que no exista ningún riesgo en consumir medicamentos alópatas, recordemos que nuestro cuerpo puede asimilar muchos químicos y generar una dependencia innecesaria a un fármaco determinado, el distinto metabolismo de cada persona puede hacer que un mismo medicamento tenga distintos efectos en personas distintas, el estilo de vida también afecta la efectividad, y hasta la fecha los medicamentos se fabrican para ser efectivos en "mayorías" de la población, por lo que no todos los efectos secundarios están contemplados, es importante ser cuidadoso en lo que se ingiere y recordar aquellos medicamentos que te provocan efectos secundarios, siempre hay que reportar a tu médico si eres sobre reactivo a un químico en particular. En el futuro la investigación sobre el genoma humano y el estilo de vida podrá ayudar a los médicos a escoger medicamentos diseñados para la química de cada persona, reduciendo los efectos no deseados, pero eso es todavía ciencia ficción.
Existen
buenos motivos para confiar en las organizaciones de salud pública, hay gente
muy profesional trabajando en ellas interesados por hacer investigaciones,
protocolos de higiene y calidad que avalan los medicamentos que tenemos
disponibles en las farmacias, hacen pruebas ciegas donde comparan los
medicamentos con un placebo administrado de la misma forma; la conclusión queda
en que si el medicamento no supera el efecto del placebo entonces no sirve; no
en todos los países las compañías farmacéuticas controlan el mercado de la
salud como hacen pensar en el documental de “Sicko” de Michael Moore*3.
La
otra forma de medicina que participa en gran medida en la salud pública es la
medicina tradicional (distinta a la alternativa), puesto que esta tiene un
auténtico potencial curativo o preventivo de las enfermedades ya que utiliza
plantas o sustancias provenientes de animales para ofrecer sus servicios; la
medicina tradicional indígena, la hindú o la china por ejemplo llevan
atendiendo a una gran parte de la población durante siglos, y en algunos países
continúa siendo la forma de medicina más utilizada por la población.
La
medicina tradicional es muy variada y va desde la realmente efectiva hasta la
que es potencialmente peligrosa; la naturaleza a través de sus seres vivos
produce una infinidad de moléculas y compuestos cuyos efectos en el cuerpo
humano son poco conocidos y es un mercado al que le falta muchísima
investigación.
La Organización Mundial de la
Salud dice sobre la medicina tradicional:
“El uso racional de la Medicina Tradicional (MT) y la Medicina
complementaria Alternativa (MCA) tiene muchos aspectos, entre los que se
incluyen: cualificación y licencia de los proveedores; uso correcto de
productos de calidad asegurada; buena comunicación entre proveedores de MT/MCA,
médicos alopáticos y pacientes; y provisión de información científica y
orientación para el público.”*4
En resumen, la
OMS no tiene suficiente información todavía para avalar la efectividad de
muchos tratamientos, aunque no quiere decir que no tenga ninguna información;
existen estudios realizados por instituciones de distintos países como Japón,
Alemania, Australia, Noruega y la india (entre otros) que incluyen la
posibilidad de tratamientos herbarios o productos de hiervas dentro de los
hospitales públicos y en su mayoría dichos tratamientos pasan por muchas
pruebas para ser administrados.
En
cuanto a las plantas medicinales existen muchas especies que se tienen bien
identificadas, se conocen sus riesgos y algunos de sus beneficios, existen
algunas que se conoce su efectividad, pero que no han sido probadas otras
posibles aplicaciones, así como hay productos hechos de hiervas que no
contribuyen en nada a los beneficios del producto, aceites, extractos o cremas
que mezclan productos herbarios y afirman que produce beneficios que no están
comprobados; Hace unos meses en el camión subió un hombre vendiendo un ungüento
con extracto de albaca que decía que curaba desde rozaduras hasta la diabetes y
costaba solo 30 pesos el botecito, estoy seguro que no había un experimento
respaldando esas afirmaciones;
Por otro lado
existen cremas antiarrugas o de rejuvenecimiento que contienen extractos de mil
madres, estos productos cuentan con un mayor financiamiento, muchos de ellos
tienen grado farmacéutico, pero la gran mayoría solo agrega hiervas por motivo
del aroma y la mercadotecnia, todos recordarán que hace unos años estaba de
moda el Aloe Vera (sábila); hasta el papel de baño lo tenía, ahora que ya pasó
de moda hay pocos productos que lo contienen, y no estoy diciendo que el Aloe
Vera no tenga ningún beneficio o aplicación curativa, sólo que, sin duda, no es
la planta que nos trataron de vender.
Cosas similares sucede con
algunos productos animales, he visto productos de caracol, perlas, seda y
similares que muestran algunos estudios de los beneficios que aportan, pero que
muchas veces no son más convincentes que las fotos de antes y después de un
infomercial de aparatos de ejercicios.
Entre los productos herbarios y medicinales naturistas hay
una impresionante cantidad de variedad, muchos de estos productos no son puestos
a prueba y podrían llegar a ser tóxicos a largo plazo, por desgracia la OMS no
ofrece una lista de productor herbarios aprobados y por lo tanto la mayoría no
están regulados, es importante conocer las plantas que se producen en tu región
e investigar las consecuencias que tiene su consumo, si no encuentras
información al respecto entonces has encontrado una nueva fuete de
investigación, se necesita más gente examinando estos productos.
Esto es todo
por esta semana, mi intención en este artículo es mostrar por qué confiamos en
nuestras instituciones de salud y por qué la medicina farmacéutica es hasta el
momento la forma de medicina más confiable, son medicamentos probados y
afinados para producir la menor cantidad de efectos secundarios e incrementar
su efectividad; la próxima semana hablaré un poco más de la medicina
tradicional y trataré el tema de la medicina complementaria; ¿sabes algo de
este tema? ¿qué plantas medicinales hay en tu región?, déjanos saber en los
comentarios; muchas gracias por leer
Referencias:
*1 Pautas éticas de la OMS http://www.ub.edu/rceue/archivos/Pautas_Eticas_Internac.pdf
*2 requisitos de la prescripción
médica en México http://www.dgplades.salud.gob.mx/descargas/dpl_prescripcion/Regulacion_prescripcion_medica_2007.pdf
*3 “Sicko” por Michael Moore http://es.wikipedia.org/wiki/Sicko
*4 Estrategia de la OMS para el
uso de la medicina tradicional http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/mednat/estrategia_de_la_oms_sobre_medicina_tradicional.pdf
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