Justicia
No
estoy seguro si me gusta la justicia o si más bien me repugna la injusticia, es
decir, no estoy seguro de qué es lo que me mueve más; cuando comprto una pizza
con mis amigos y todos aportan la misma cantidad de dinero, no me siento feliz
de que esté siendo justa la situación, asumo que es la responsabilidad de cada
uno poner lo que le corresponde; por otra parte cuando noto que yo puse
significativamente más dinero que los demás siento que se ha cometido una
injusticia en mi contra, lo que me dice que soy mejor percibiendo cuando se me
hace una injusticia a cuando se me hace justicia, en realidad todos lo somos.
Naturaleza de la justicia
El
sentido de justicia o mejor dicho el sentido de injusticia parece ser algo nato
en las personas, todos somos perfectamente capaces de ver cuando recibimos
menos que los demás y no es exclusivo de los humanos, se han hecho experimentos
con animales donde a distintos monos se les recompensa distinto por la misma
tarea y la inconformidad no tarda en manifestarse, les recomiendo que vean el
video, noten que son monos y no chimpancés, el ancestro común que compartimos
con los monos existió hace más de 19 millones de años*1, el ancestro común que
tenemos con el chimpancé vivió hace 6 millones de años y la especie humana
lleva apenas 200 mil años, sólo para tener una escala de lo antiguo que puede
ser el sentido de justicia que tenemos.
¿Cómo
pudo haber surgido esta conducta? ¿Qué valor evolutivo tiene? La respuesta es
en verdad interesante, el etólogo Marc Bekoff y la filósofa Jessica Pierce,
responden brillantemente a esta pregunta en su libro “Wild Justice”*2 que explica
los orígenes evolutivos de la cooperación, la empatía y el sentido de Justicia,
aún no termino de leer el libro, pero en su capítulo sobre la justicia dice que
está relacionado directamente con las expectativas que tiene el individuo,
estas expectativas varían según la relación que se tenga con el otro individuo
y con un deseo de equidad y reciprocidad con el que muchos animales cuentan.
Otro ejemplo se encuentra en las manadas de lobos, donde hay una meritocracia bien establecida y se manifiesta a través de una jerarquía, en dicha manada hay ritos para presentarse, ritos para jugar y obviamente para comer (ritos que pueden cambiar de manada a manada incluso de la misma especie) No existe un trato igualitario entre los individuos de la manada, los machos y hembras Alfa tienen un trato preferente por encima de los demás y su "cultura" les da señales de cómo tratar a los miembros de la manada dependiendo de su condición en la gerarquía; Un lobo de bajo rango sabe que no recibirá tanta comida como los de alto rango y protesta poco cuando le toca comer al final, además los lobos son muy estrictos y desde cachorros se les corrige para ajustar su conducta a las costumbres de la manda, para ellos acatar estos ritos es "lo justo" o por lo menos "lo esperado".
Otro ejemplo se encuentra en las manadas de lobos, donde hay una meritocracia bien establecida y se manifiesta a través de una jerarquía, en dicha manada hay ritos para presentarse, ritos para jugar y obviamente para comer (ritos que pueden cambiar de manada a manada incluso de la misma especie) No existe un trato igualitario entre los individuos de la manada, los machos y hembras Alfa tienen un trato preferente por encima de los demás y su "cultura" les da señales de cómo tratar a los miembros de la manada dependiendo de su condición en la gerarquía; Un lobo de bajo rango sabe que no recibirá tanta comida como los de alto rango y protesta poco cuando le toca comer al final, además los lobos son muy estrictos y desde cachorros se les corrige para ajustar su conducta a las costumbres de la manda, para ellos acatar estos ritos es "lo justo" o por lo menos "lo esperado".
En
general describen el sentido de justicia como la expectativa de “lo que debe
ser”, cuando esta expectativa no se cumple entonces surgen sentimientos como el
enojo, el repudio y la agresión, estos sentimientos normalmente se convierten
en acciones que procuran corregir el evento para que se acerque más a “lo que
debe ser” y la parte complicada es que distintos individuos tienen distintas
opiniones sobre cómo deben ser las cosas, estas opiniones están influenciadas
por las cosas que aprendes mientras creces, por ejemplo, si de niño te dicen
que debes dar el X% de todas tus mesadas a alguien más te parecerá una
injusticia, sin embargo cuando creces permites que el gobierno retenga el
porcentaje de tu trabajo porque has adquirido conciencia de los servicios que
te aporta el gobierno, entonces dejas de percibirlo como una injusticia ya que
socialmente se acordó que así debe ser, y aprendes a pensar que dar el X% de
tus ingresos gobierno es “lo justo”; además esperas que todos den X% de sus
ingresos y te enojarás cuando sepas que otros aportan menos o no aporten.
¿y de qué les sirve esto a los animales? Por eficiencia, en la naturaleza cualquier condúcta que te lleve a un menor consúmo de energía o a una mayor recompensa se convierte en una enorme ventaja evolutiva, aquellos animales que no se dan cuenta o no aprenden de otros individuos los modelos de conducta más eficientes tienden a tener menos posibilidades de tener una decendencia abundante y eventualmente se extinguen, por lo que debe estar ligado íntimamente con las emociones de aprendizaje.
¿Qué es “lo justo”?
Quizás para
profundizar más necesitemos definir justicia, la palabra en sí tiene su raíz
latina “lustitia”*3, que significa la constante voluntad de dar a cada quien su
derecho; desde el principio surge el primer problema, porque hay que aprender a
identificar “el derecho” de cada quién. Esta tarea no ha estado desatendida,
durante milenios el hombre ha tratado de desarrollar los constructos necesarios
para poder convivir en una mayor armonía, ha intentado optimizar y homogenizar
las reglas de conducta que lo lleven a poder sostener sociedades cada vez más
grandes reduciendo en la medida de lo posible los conflictos, los animales no
pueden redactar las reglas que surgen entre ellos, y es por esto que la única
forma de enseñar sus reglas a los miembros de su grupo es a través de la
reprimenda física y otras formas de proto-lenguaje.
Necesitamos
otra regla u otro conjunto de reglas que nos permitan tener los beneficios
del talión sin que la sociedad sufra sus horribles consecuencias, Jesús propone
una regla más en el nuevo testamento, la famosa “regla de oro” en Mateo 7:11*4 que
dice “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos”, que tomó prestada del levítico 19:18 en
el antiguo testamento “ama a tus vecinos como te amas a ti mismo” que a su vez
podemos encontrar equivalentes en todas las religiones y filosofías del mundo*5 algunas mucho más
antiguas que la de los hebreos; en lenguaje coloquial es “trata a los demás
como quieres ser tratado” o en su versión invertida “no trates a otros como no
te gusta que te traten” En todos los casos funciona mejor que la ley del
Talión, siempre bajo el supuesto de que no nos encontremos con un masoquista o
un psicópata. Entiendo a la perfección porque a la gente le gusta esta regla,
es simple, es corta y genera empatía, porque inmediatamente te pone a pensar en
lo que puede sentir la otra persona.
La
regla de oro funciona para los casos más cotidianos de convivencia, pero veamos
cómo funciona en el ejemplo para ver si la podemos tomar como una regla
de aplicación universal o si tenemos que ser cautos al momento de aplicarla. Por
ahora no voy a hablar de los derechos y obligaciones de otros animales, así que
nos centraremos exclusivamente en la aplicación que tiene dentro de la especie
humana. La regla de oro resuelve a la perfección el problema del asesino de tu
hijo, si no te gustó que mataran a tu hijo, no mates al hijo de alguien más,
incluso si es el hijo del asesino, ¿pero quiere decir esto que tampoco se le
puede castigar? Después de todo nadie quiere ser castigado (habrá sus escepsiones) así que
cualquiera que le castigase estaría rompiendo la regla. Una posible solución
sería que la persona que castiga sea capaz de disfrutar que le castiguen, pero
sospecho que habría una insuficiencia de castigadores, lo que nos dice que
alguien debe tener permitido romper la regla, por lo menos de vez en cuando.
Tal
vez el problema es verlo como una regla, quizás si lo vemos como solo una
sugerencia nos permite extraer los beneficios sin entrar en conflictos con las
normas escritas que establece una población, de hecho no conozco una democracia
que haya legislado la regla de oro como obligación, porque a lo largo de los
años se necesita ser práctico, aceptar el hecho de que la gente se saldrá de
vez en cuando de las convenciones establecidas y que salirse de estas reglas
debe llevar una sanción proporcional a la gravedad de la falta cometida, si
rompes la propiedad de otra persona debes reparar el daño, por otro lado están
las convenciones para prevenir el daño, cosas como sancionar a los que manejan
borrachos a pesar de que no hayan chocado todavía, las reglas de tráfico son
reforzadas con una sanción por el beneficio del grupo; pero ¿qué hay de esas otras
reglas convenidas que no causan daño a nadie? Por ejemplo, en todas las
ciudades que he visitado está sancionado tener sexo en la vía pública, una
pareja teniendo sexo no hace más daño a la sociedad de lo que un par de perros
teniendo sexo lo hace; ¿es “justo” sancionarlo?, este tipo de cosas caen bajo
la sanción de “faltas a la moral”, y aunque el tema de moralidad lo dejaré para
otra publicación me permitiré algunas palabras sobre eso, la palabra moral
tiene una raíz latina “mores” que significa costumbre*6 (en griego la palabra
para costumbre es “ethos”, la raíz de la palabra ética); así que entendamos que
las faltas a la moral son en sí faltas a la costumbre y como todas las
costumbres hay gente que podrá estar en contra, pero la fuerza de la mayoría
las puede hacer obligatorias, alguin más argumentará de que tener sexo en público daña a la sociedad porque hace que los niños imiten la conducta, pero creo que son principalemnte los adolecentes los que son sorprendidos más frecuentemente teniendo sexo en la vía publica.
La pregunta
sigue abierta ¿es justo permitir estos actos de violencia? No desde la
perspectiva de los que vivimos en ciudades o regiones donde ya se han eliminado
estas prácticas y la fuerza policial es por lo menos suficientemente efectiva
como para evitar que la población aplique los castigos con su propia mano; pero
hay quien puede decir que si es lo justo porque hay que respetar todas las
costumbres por igual (Si alguien quiere dar una respuesta a esta pregunta
siéntase libre de hacerlo en los comentarios, yo no tengo pensado responderla).
Nuestra otra
opción
La cosa es que
las costumbres cambian más rápido de lo que las leyes son capaces de cambiar lo
que hace imposible mantener una ley
actualizada que regule acertadamente las normas sociales que surgen en
distintas sociedades. Esto no quiere decir que las leyes tengan que modificarse
cada que las costumbres cambien, hay partes que me gustan mucho y que espero
que no cambien sin un remplazo adecuado, cosas como la libertad de expresión y
muchas de las garantías individuales que ofrece la constitución; son acuerdos
que de alguna forma nos protegen del colectivo, y nos permite discutir las
distintas opiniones para poder acercar en la medida de lo posible las leyes a
las necesidades de la sociedad.
Podríamos, en
lugar de utilizar nuestras costumbres actuales, usar las costumbres que
queremos adquirir como parámetro para medir la justicia, y ¿cómo escogemos las
costumbres que queremos adquirir? La respuesta debería de estar en el método
científico; puede que suene raro hablar de una “legislación científica”, pero
imaginen si en lugar de decidir basados en quién es el mejor debatiente, cuál
es el partido al que perteneces o cuál idea es más popular tomáramos las
decisiones basados en una discusión crítica entre pares, donde se emplee la
decisión mejor respaldada con información, y que el que esté preocupado por la
felicidad de la gente revise los experimentos o encuestas que existan sobre la
felicidad y que generen más información a base de investigación.
Puedo imaginar
dos formas en las que se pudiera lograr eso; primero la menos radical, sería
dar a los diputados alguna clase de inducción cunado empecen su periodo, que
logre convencerlos que ellos están ahí para votar por la ley mejor respaldada
con información en lugar de sólo votar por una ley debido a que es propuesta por su partido;
esta operación es relativamente costosa y requiere de muchos años para cambiar
el sistema cultural en el senado y la política; pero es posible. La segunda
forma, que es mucho más sencilla consistiría en generar una “Wiki Lex”, una ley
colocada en internet que pueda ser alterada por cualquier persona y sea la
fuerza del colectivo y el mérito de las personas lo que le de peso a una
opinión sobre otra, esta Wiki Lex te ofrecería un comparativo de las versiones
anteriores de una en específico y las personas podrían entrar y leer todas las
versiones de un artículo en particular y votar por aquél que considere mejor
redactado o que contenga una mejor explicación del por qué está escrito de esa
manera en particular. Este documento no debe tener poder legal, debe mantenerse
como una página de consulta social para que los legisladores puedan estudiar
mejor lo que el público en realidad desea y con el tiempo verían el valor que
tiene que las leyes sean fáciles de editar. La página podría tener alguna clase
de meritocracia donde si has editado muchas leyes y la gente ha votado por tus
propuestas tus siguientes ediciones pueden colocarse primero para que se lean
más frecuentemente, permitiendo que las opiniones de los expertos en algunas
áreas tengan más peso que otros, pero que eso no impida a alguien nuevo tratar
de mejorar la redacción de algún artículo en particular incluso si solamente
tiene el propósito de dejar más claro la misma ley. La Wiki Lex sería una forma
en la que la gente empezaría a conocer mejor la ley que rige en su país y
quizás cuando se detectara que claramente hay una ley con mucho soporte
informático y popular la gente podría presionar a sus legisladores para que
cambiara algún artículo en particular, otra de las ventajas enormes que tendría
esta Ley es la capacidad de que los votantes cambien de opinión si se les
convence sin periodos de votación, o formalidades en los pasos para modificar
una ley y quién sabe, podría incluso ser la plataforma para promover nuevas
ideologías políticas permitiéndonos saber qué partes de la ideología son las
que las personas en verdad a poyan y cuáles aceptan solamente por estar dentro
del paquete del partido político.
Conclusiones
Para
los cristianos y musulmanes la tarea de aplicar justicia la cumple Dios, al
mandar al infierno a todos aquellos que la sociedad desprecia y recompensando a
todos los que la sociedad valora de alguna forma u otra; en el hinduismo creen
en un sistema donde el Karma soluciona todo y las personas vigilan su conducta
para que el Karma afecte positivamente su siguiente vida; obviamente esta
noción de que debe haber alguna clase de justicia después de la muerte viene de
una inconformidad de las personas causada por el deseo natural de cumplir las
expectativas, podían ver a la perfección que algunas personas al morir tenían
un saldo positivo con la sociedad y algunos a pesar de muertos tenían un saldo
negativo; Esto los llevaba a imaginar que quizás en la muerte se ajustarían los
saldos y las personas agradables serían compensadas por su sufrimiento o
esfuerzo en vida y que las personas desagradables serían castigadas de alguna
forma cuando estos murieran.
Para
los que podemos aceptar que este ajuste de cuentas no existe al terminar la
vida tenemos que preocuparnos por que la justicia se cumpla antes de que la
persona muera y nos gustaría tener algún parámetro fácil de recordar que nos
permitiera tomar decisiones justas, y por desgracia ni la regla de oro, la ley
del talión son candidatos infalibles, tal vez algún día una persona sepa
encapsular en una frase sencilla todas las implicaciones que requiere una
decisión justa; tal vez una combinación de ambos sistemas, dejando la regla de
oro para las cosas habituales y dejando en manos de gobierno los casos más
complicados que la regla no resuelve de manera justa.
La
otra opción es involucrar a las personas en el proceso legislativo, que
conozcan su ley y presionen a su gobierno para ajustar la ley a lo que quiere la gente permitiendo un mayor
grado de participación democrática. Y motivar a los legisladores a que voten a
favor de las mejores leyes y dejen de votar exclusivamente por las leyes que el
partido le dicta apoyar; estoy consciente de que debe haber legisladores que ya
estén tratando de verlo de esta manera, pero mientras sean minoría su músculo
político se verá mermado. Es por eso que me gusta la idea de la Wiki Lex, veo
en ella un proyecto educativo de masas que le permita a las personas
interesadas conocer el discurso que hay en la búsqueda por la justicia a la que
estamos obligados todos los seres humanos por los instintos naturales que nos
rigen, quizás algún día la búsqueda termine.
“Be excellent to each other and party on dudes”
– Bill & Ted
Gracias por leer; ¿tienes ideas
de cómo lograr una mayor justicia?¿o tal vez alguna regla mejor que la regla de
oro? Por favor compártelo en los comentarios
Referencias:
*1 ancestro común con el mono http://my.englishclub.com/profiles/blogs/we-all-came-from-monkey
*2 Reseña de Wild Justice por Bekoff y Pierce http://www.press.uchicago.edu/Misc/Chicago/041612.html
*7 Los linchamientos en México:
entre el Estado de Derecho y los usos y costumbres http://www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Los%20linchamiento%20y%20el%20estado%20de%20derecho.pdf
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